La carne de potro es más saludable que la de vacuno
"La carne de potro es más saludable que la de vacuno porque contiene un mayor porcentaje de ácidos grasos Omega 3 que son esenciales para nuestra salud, su grasa intramuscular presenta menores índices de aterogeneicidad y trombogeneicidad que la carne de vacuno o la de ovino. Asimismo, es muy rica en vitamina B y muy tierna, lo que la hace muy apropiada en dietas dirigidas a niños, deportistas, mayores y personas con anemia".
Esta es una de las conclusiones de la tesis doctoral María Victoria Sarriés Martínez (Izal, 1972), quien defendió en la Universidad Pública de Navarra la tesis doctoral "Características conformacionales de la canal y calidad de la carne de potro de raza Burguete", en el año 2005.
LA CARNE MÁS SALUDABLE
El estudio explica que la carne de los potros de 24 meses es un poco más dura que la de los que tienen 16 meses, pero, en cualquier caso, es más tierna que la de vacuno. Asegura que tiene las mismas proteínas que la carne de vacuno, pero la de potro es menos grasa y contiene, aproximadamente, 9 veces más ácidos grasos esenciales que la de vacuno.
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO
A pesar de sus propiedades, la carne de potro es muy poco consumida. La investigadora lo explica porque "en general, consideramos a los caballos animales de compañía y sentimos una cierta animadversión a consumir su carne". En este sentido, el estudio también repasa cómo que en Italia, Francia y Países Bajos se consume mucha carne de caballo, mientras que en Gran Bretaña e Irlanda la venta es casi nula debido a que allí consideran el caballo animal de compañía. En España el consumo es todavía muy bajo, por lo que sería bueno impulsar campañas para difundir entre los ciudadanos sus grandes beneficios.
Si se repasa la evolución de la venta de carne de caballo en España entre 1991 y 2003, se observa como el momento en el que se produjo un mayor consumo fue en 1997, con 0,19 kg por habitante. En 2001 el consumo fue de 0,17 kg por habitante y en 2003 de 0,11 kg. Puntualmente entre 1999 y 2001 el consumo de carne de caballo en España se incrementó un 21% debido a la enfermedad de las vacas locas, pero pasado su efecto el consumo de carne de caballo disminuyó un 35%.
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